ADOPCIÓN
DE NIÑOS POR PAREJAS HOMOSEXUALES
El debate sobre el derecho que
tienen o no las parejas homosexuales a la adopción, ha sido muy controversial
en torno a la sociedad Colombiana. En primer lugar se halla el derecho a conformar
una familia sin importar si las parejas son conformadas por personas del mismo
sexo. En segundo lugar, están los derechos del niño que se quiere adoptar y en
tercer y cuarto lugar, la posición que toma la Corte Constitucional y los
religiosos, sobre el reconocimiento del derecho de adopción.
Ha habido posiciones a favor y en
contra de este derecho. Por ejemplo la iglesia, ha intervenido varias veces sobre
la orientación sexual, como la postura que opto Monseñor Juan Vicente Córdoba “Nosotros
no estamos de acuerdo, jurídicamente porque no se puede cambiar la
Constitución. Los derechos de los niños están primero. Todo niño tiene derecho
a tener papá y mamá porque cuando los pierden o son abandonados, el Estado debe
darles lo más parecido a lo que perdieron, es decir, un papá y una mamá”, dicho
en Semana.com.
Pero también argumentos a favor como
el que interpone el defensor de derechos humanos Rodrigo Uprimny lo cual dice “El propósito de la adopción es darle al
menor una familia y las parejas del mismo sexo forman una familia. No hay
objeción constitucional o jurídica para que la ley excluya a estas personas de
adoptar. Ya la Corte ha avanzado en ello con otros fallos”, comentado en
Semana.com.
También
cabe destacar la opinión que resalta el Periodista y electo al congreso Felipe
Zuleta Lleras, donde manifiesta que no hay un acto de amor más sublime que
adoptar. No sólo porque es consciente, meditado y planeado, sino
porque implica que uno decida amar a una personita que no viene de las entrañas
de la persona que en un momento determinado escogimos para que fuera la madre
de nuestros hijos. Revelado en El Espectador.
Se
podría seguir hilando sobre este tema, hay demasiada tela que cortar. Desde mi
punto de vista a ninguno de los dos, ni a las parejas homosexuales ni a los
niños se les debe de privar el derecho de tener una familia, sin intervenir en
la salud mental ni física del menor, ni tampoco agrediendo la integridad de las
parejas. Sobre todo prevalecer en el bienestar del niño, donde este se sienta
protegido y acogido. En
muchos casos se ha visto que parejas heterosexuales abandonan a sus hijos o los
maltratan física y emocionalmente; se pensaría que un niño tendría más
bienestar en una familia si su madre fuera mujer y su padre hombre, pero
teniendo en cuenta el abuso que se comento anteriormente, no hay razón para
pensar que el niño sufriría algún trastorno por ser criado por parejas del
mismo sexo.
Mavir Jhoana Ardila Romero
No hay comentarios:
Publicar un comentario