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ADOPCIÓN DE NIÑOS POR PAREJAS HOMOSEXUALES

El debate sobre el derecho que tienen o no las parejas homosexuales a la adopción, ha sido muy controversial en torno a la sociedad Colombiana. En primer lugar se halla el derecho a conformar una familia sin importar si las parejas son conformadas por personas del mismo sexo. En segundo lugar, están los derechos del niño que se quiere adoptar y en tercer y cuarto lugar, la posición que toma la Corte Constitucional y los religiosos, sobre el reconocimiento del derecho de adopción.

Teniendo en cuenta el concepto de familia establecido en la Constitución de 1991, la comunidad LGBTI, inició un proceso de leyes jurídicas para la exigencia de sus derechos fundamentales como la igualdad y el libre desarrollo de la personalidad; haciendo hincapié en la adopción. Frente a esto, la Corte Constitucional no avaló la posibilidad de que las parejas del mismo sexo puedan iniciar el proceso de adopción de menores. Pero el Gobierno Santos manifestó mediante el ministro de Interior, Juan Fernando Cristo, estar de acuerdo con la adopción por parte de parejas homosexuales.

Ha habido posiciones a favor y en contra de este derecho. Por ejemplo la iglesia, ha intervenido varias veces sobre la orientación sexual, como la postura que opto Monseñor Juan Vicente Córdoba “Nosotros no estamos de acuerdo, jurídicamente porque no se puede cambiar la Constitución. Los derechos de los niños están primero. Todo niño tiene derecho a tener papá y mamá porque cuando los pierden o son abandonados, el Estado debe darles lo más parecido a lo que perdieron, es decir, un papá y una mamá”, dicho en Semana.com.

Pero también argumentos a favor como el que interpone el defensor de derechos humanos Rodrigo Uprimny lo cual dice “El propósito de la adopción es darle al menor una familia y las parejas del mismo sexo forman una familia. No hay objeción constitucional o jurídica para que la ley excluya a estas personas de adoptar. Ya la Corte ha avanzado en ello con otros fallos”, comentado en Semana.com.

También cabe destacar la opinión que resalta el Periodista y electo al congreso Felipe Zuleta Lleras, donde manifiesta que no hay un acto de amor más sublime que adoptar. No sólo porque es consciente, meditado y planeado, sino porque implica que uno decida amar a una personita que no viene de las entrañas de la persona que en un momento determinado escogimos para que fuera la madre de nuestros hijos. Revelado en El Espectador.

Se podría seguir hilando sobre este tema, hay demasiada tela que cortar. Desde mi punto de vista a ninguno de los dos, ni a las parejas homosexuales ni a los niños se les debe de privar el derecho de tener una familia, sin intervenir en la salud mental ni física del menor, ni tampoco agrediendo la integridad de las parejas. Sobre todo prevalecer en el bienestar del niño, donde este se sienta protegido y acogido. En muchos casos se ha visto que parejas heterosexuales abandonan a sus hijos o los maltratan física y emocionalmente; se pensaría que un niño tendría más bienestar en una familia si su madre fuera mujer y su padre hombre, pero teniendo en cuenta el abuso que se comento anteriormente, no hay razón para pensar que el niño sufriría algún trastorno por ser criado por parejas del mismo sexo.

Mavir Jhoana Ardila Romero

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